La displasia frontonasal o síndrome de fisura media del rostro, incluye
un conjunto de anomalías que afectan a los ojos, la frente y la nariz; y
que están ligados a la disrafia medio facial. Se desconoce su
prevalencia pero se trata de un trastorno poco frecuente. El cuadro
clínico puede ser muy variable, los signos principales incluyen
hipertelorismo, base nasal ancha, punta de la nariz larga y bífida e
implantación de los cabellos en ``V'' sobre la frente. Las anomalías
pueden incluir ocasionalmente apéndices nasales accesorios, fisura
labial, anomalías oculares (coloboma, cataratas, microftalmia), pérdida
de audición conductiva, encefalocele basal y/o agenesia del cuerpo
calloso. La mayoría de los individuos afectados tiene una inteligencia
normal. La displasia frontonasal puede ser sindrómica, presentándose en
asociación con otras malformaciones, tales como la tetralogía de Fallot,
ausencia de tibia, anomalías auriculares, macrostomía y anomalías
cerebrales. El déficit intelectual es más probable en casos con grave
hipertelorismo o en los que hay implicación extracraneal. La etiología
sigue siendo desconocida pero parece estar ligada a un desarrollo
embriológico defectuoso de la cápsula nasal. El trastorno es esporádico
en la mayor parte de los casos, habiéndose descrito muy pocos casos
familiares, para estos puede proponerse el consejo genético. El
hipertelorismo, la fisura labial y el encefalocele pueden detectarse
mediante ecografías antenatales. El tratamiento neonatal debe detectar
las dificultades orales y respiratorias potenciales. Está justificada la
aplicación de cirugía craneofacial en varias fases, y suele hacerse a
partir de los 6-8 años de edad. Puede tener resultados cosméticos y
funcionales satisfactorios.
Enlace de referencia: http://www.orpha.net/consor/cgi-bin/OC_Exp.php?lng=ES&Expert=250
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