viernes, 3 de diciembre de 2010

La parabola africana.

Cada mañana en África, una gacela se despierta.
Sabe que tiene que correr más rápido que el león, porque si no, morirá.
Cada mañana un león se despierta. Sabe que tiene que superar en velocidad a la gacela porque si no, se morirá de hambre.
No es cuestión de si usted es león o gacela. Cuando el sol alumbre, es mejor que eche a correr.
Si para usted siempre ha sido difícil transformar sus fracasos en victorias, entonces tiene que empezar a moverse.
No tiene importancia lo que lo haya detenido o por cuánto tiempo se mantuvo inactivo.
La única manera de romper el ciclo es enfrentar su miedo y entrar en acción, aun cuando esto parezca pequeño o insignificante.

Dios siempre nos desafia y cuando él desafia, lo mejor es caminar o correr hacía ese desafio.
El Señor peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados.
Entonces dijo el Señor a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha.
Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo; y los hijos de Israel pasarán por en medio del mar, sobre tierra seca. Exodo 14:14-16


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