En la vida, todos tienen un propósito que cumplir, un espacio que llenar. No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser. Pero sobre todo recuerda, jamás podrás conocer el propósito de tu vida si no rindes tu corazón a aquel quién te creo. Conocer a Dios es encontrar el propósito de Dios para nuestra vida.
"Dios, enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría" (Salmo 90:12).
El sonido de estas palabras será música para los oídos de cualquier niño o adulto. Dígale a alguien hoy lo maravilloso que es. Adelante... ¡Alégrele la vida!
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